lunes, 9 de diciembre de 2013

Otra crónica anunciada

Afrontamos una situación prevista y que, de repetirse en los próximos años, atentaría contra la sanidad de las finanzas públicas: esta semana se confirmó que la recaudación fiscal estará por debajo de la meta establecida para finales del 2013. Durante este año, la meta sufrió tres revisiones a la baja y aún así habría duda si se alcanzará. Los funcionarios del Ministerio de Finanzas adujeron que esto se explica principalmente por la fuerte caída del IVA por importaciones y el efecto de las inconstitucionalidades planteadas alrededor de la Ley de Actualización Tributaria.
No obstante, es evidente que el desempeño de algunas instituciones estatales no contribuye a tener presupuestos balanceados. Por ejemplo, algunas medidas han ocasionado una alta inestabilidad en la Superintendencia de Administración Tributaria.
Esta situación dificulta la continuidad de planes, impide que la institución elimine redes internas de corrupción y se consolide como un recaudador de impuestos probo. Asimismo, resulta inadmisible que el Congreso de la República no cumpla con el proceso presupuestario constitucional: la falta de conocimiento y análisis adecuado del proyecto de presupuesto impide una discusión de altura sobre la consolidación fiscal que requiere el país.
También es cuestionable el comportamiento reciente de los diputados, en la tardía aprobación de los préstamos ya contemplados en el presupuesto, que ha generado retrasos y recortes de gasto que dificultan la satisfacción de las necesidades de la población. Además, es inaceptable que se haya propuesto, aunque luego retirado, que se eliminara la evasión como delito penal de la legislación vigente.
En la línea de captar más tributos, se considera que el apoyo de la Cicig puede contribuir a generar capacidades para una lucha frontal y efectiva contra el contrabando, cuyo monto ya evidencia ser una expresión de crimen organizado.
Es preciso alertar que la falta de instituciones fortalecidas es una de las causas de los agujeros fiscales y por ende hace necesario recurrir a más endeudamiento. Pareciera que cada año resulta más cómodo recurrir a la deuda para pago de deuda y apoyo presupuestario, pero es sumamente importante fortalecer la capacidad de generar ingresos propios para cubrir el servicio de la deuda. De lo contrario, la situación sería insostenible y podría causar desajustes macroeconómicos. Por ende, es importante que un compromiso, de todas las partes involucradas, en buscar presupuestos equilibrados para evitar riesgos macroeconómicos.
Publicada el 08 de diciembre de 2014, en Prensa Libre: http://www.prensalibre.com/opinion/cronica-anunciada_0_1043895613.html

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