Es innegable que la
mujer ha adquirido un rol más activo en el ámbito laboral. Esta situación
plantea la dificultad de trabajar y ser madre al mismo tiempo. De hecho, en Guatemala y El Salvador, se
estima que siete de cada diez mujeres trabajadoras también son madres.
Alvarado, E. (2003). Proponen jornadas laborales flexibles.
La Nación. Disponible en: http://wvw.nacion.com/ln_ee/2003/junio/30/economia3.html
Una versión de este artículo fue publicada en la revista Iniciativa Mujer, disponible en:
http://issuu.com/revistainiciativamujer/docs/revista_dic-3/13?e=9343836/6097598
Las mujeres que trabajan tienen menos hijos
Los datos de la encuesta World Values Survey revelan que las mujeres de
Guatemala y El Salvador consideran que tres hijos es un número idóneo para
completar una familia. Por su parte, los resultados más extremos se registraron en China y Nigeria: las mujeres de China consideran ideal tener dos niños mientras que las nigerianas consideran que tener cinco hijos es deseable.
Las
mujeres que trabajan tienden a tener menos hijos de lo que consideran ideal –esto
le sucede a seis de cada diez mujeres que trabajan a tiempo completo en
Guatemala o El Salvador. Aún cuando los datos de esta encuesta no permiten determinar
las razones, se intuye que la actividad laboral puede influir en la decisión de
tener y ampliar la familia.
Es necesario promover el balance entre trabajo y familia
Los padres que
trabajan juegan un doble rol en la sociedad y en las últimas décadas más
mujeres están asumiendo estas responsabilidades. Por ello, es importante promover
un balance entre el trabajo y la familia. A ese respecto, la legislación
guatemalteca contempla algunas medidas como obligar al patrono a crear
guarderías en la empresa cuando existan más de treinta madres de niños menores
a tres años. Sin embargo, esta disposición es poco probable de que se cumpla
por las características, en referencia al tamaño, de las empresas
guatemaltecas.
Sin embargo,
recientemente en otros países se han implementado políticas empresariales más
creativas. Por ejemplo, algunas empresas inglesas y estadounidenses les han
permitido a las mujeres que lleven a sus hijos a sus lugares de trabajo –esta
medida también ha favorecido a algunos padres hombres. Sin embargo, algunas evaluaciones muestran que la productividad de estos trabajadores se ha visto perjudicada, en
especial en aquellas fases en las que los bebés requieren mayor atención como
cuando empiezan a caminar o se enferman.
No obstante, la disminución
de su productividad se ve compensada por una mayor eficiencia, lealtad y
retención de los trabajadores en la empresa. Asimismo, los compañeros de
trabajo en muchas ocasiones apuntan que el ambiente laboral se hace más ameno
por la presencia de los niños.
Otras medidas se
refieren a flexibilizar los horarios de trabajo y desafiar la idea de que las
jornadas sean de ocho horas y cinco o seis días a la semana. Por ejemplo, en
Costa Rica, la empresa Intel ha implementado la política de “horarios
comprimidos” que han permitido que sus trabajadores extiendan sus jornadas pero
reduzcan el número de días en la empresa. Eso ha permitido que dediquen más
días a su familia.
Conciliar el rol de
padres y trabajadores es mejor que ponerlos a competir.
Fuentes:
World Values Survey
2005-2009.
World Values Survey Association. Bases disponibles en:
www.worldvaluessurvey.org. ASEP/JDS, Madrid.
BBC
(2012). Babies in the Office. BBC Two. Inglaterra.
Una versión de este artículo fue publicada en la revista Iniciativa Mujer, disponible en:
http://issuu.com/revistainiciativamujer/docs/revista_dic-3/13?e=9343836/6097598