Era marzo de 1912 cuando François Durafur, un piloto que portaba la tercera licencia emitida en Suiza, voló por primera vez un monoplano en Guatemala. En el campo Marte realizó ocho vuelos con el Deperdussin Racer, un aeroplano que se fabricaba en Europa pero que Durafur estaba ofreciendo al gobierno de Guatemala. Aunque esta compra, con fines militares, no se concretó en ese momento, así emprendió vuelo la historia de la aviación en el país.
Los guatemaltecos que presenciaron esas pruebas de vuelo han de haber quedado sorprendidos. De hecho, esa tecnología llegó al país doce años después de que los hermanos Wright realizaran el primer vuelo en el mundo. Realmente fue rápido cómo llegó un 'pájaro metalizado' o so'sol ch'iich' a Guatemala, incluso fue la primera vez que ocurrió en Centroamérica. Sin entrar a discutir las motivaciones, estábamos enterados de las últimas tecnologías en esa área.
Tiempo más tarde, empezó a tomar forma el Aeropuerto La Aurora, y poco a poco empezaron los vuelos comerciales. Aunque no pude determinar con certeza, cuándo y cómo se realizó el primer vuelo de ese tipo, es cierto que en 1965 ya se contabilizaban más de cincuenta mil visitas internacionales registradas por la vía aérea.
Hemos pasado por buenos y malos momentos políticos, económicos y sociales, pero a juzgar por nuestra situación actual en pobreza, entre otras áreas, hemos fallado más de lo que deberíamos y tampoco somos vanguardistas.
Por eso, creo que vale la pena despegar. Somos capaces de trabajar una nueva identidad de guatemaltecos. A mi personalmente me asombra el aprecio que tenemos por nuestro país. Los comentarios en cada foto del país desbordan orgullo, aunque también nos sirven para meter debajo de la alfombra nuestros temores y errores. Sin embargo, la actitud de valorar lo nuestro debe prevalecer.
Realmente es difícil para muchos, incluyéndome. De hecho, hace algunos meses estuve en Italia en una feria donde participaron casi todos países del mundo: se llamó la Expo Milán. En el recorrido observé cómo cada delegación exaltaba sus atractivos y llegué al espacio de Guatemala. En realidad me dio un poco de pena ver que no eramos éxitosos en promocionar a nuestro país, no había nada que nos diferenciara del resto de países cafetaleros ―ya que estábamos en la sección de café―. Se ofrecía lo mismo: una foto de una persona cortando café y los tradicionales pósters del Arco de Sta. Catalina, del Lago de Atitlán, y de esos que distribuye Inguat.
Sin haber probado el café, porque las muestras para los visitantes no estarían disponibles hasta la semana siguiente, me alejé pensando en todo lo que sí hubiéramos podido resaltar. Por ejemplo, en 2012 premiaron al guatemalteco Raúl Rodas como el mejor barista del mundo. Creo que hubiéramos dejado un mejor recuerdo si conocieran a personas por su nombre, apellido e historia. Sin embargo, concluí que las personas que tradicionalmente han 'promocionado' al país no lo hacen con pasión.
Debemos promover que el país despegue y, para ello, tenemos que modernizar nuestras estrategias, acciones y deseos y así tomar una visión vanguardista. Aquí algunas ideas: hacia un turismo moderno y desconcentrado.
*So'sol ch'iich' es una palabra en q'eqchi' que literalmente significa zopilote metalizado y sirve para designar al avión.
Referencias
Los guatemaltecos que presenciaron esas pruebas de vuelo han de haber quedado sorprendidos. De hecho, esa tecnología llegó al país doce años después de que los hermanos Wright realizaran el primer vuelo en el mundo. Realmente fue rápido cómo llegó un 'pájaro metalizado' o so'sol ch'iich' a Guatemala, incluso fue la primera vez que ocurrió en Centroamérica. Sin entrar a discutir las motivaciones, estábamos enterados de las últimas tecnologías en esa área.
Tiempo más tarde, empezó a tomar forma el Aeropuerto La Aurora, y poco a poco empezaron los vuelos comerciales. Aunque no pude determinar con certeza, cuándo y cómo se realizó el primer vuelo de ese tipo, es cierto que en 1965 ya se contabilizaban más de cincuenta mil visitas internacionales registradas por la vía aérea.
Hemos pasado por buenos y malos momentos políticos, económicos y sociales, pero a juzgar por nuestra situación actual en pobreza, entre otras áreas, hemos fallado más de lo que deberíamos y tampoco somos vanguardistas.
Por eso, creo que vale la pena despegar. Somos capaces de trabajar una nueva identidad de guatemaltecos. A mi personalmente me asombra el aprecio que tenemos por nuestro país. Los comentarios en cada foto del país desbordan orgullo, aunque también nos sirven para meter debajo de la alfombra nuestros temores y errores. Sin embargo, la actitud de valorar lo nuestro debe prevalecer.
Realmente es difícil para muchos, incluyéndome. De hecho, hace algunos meses estuve en Italia en una feria donde participaron casi todos países del mundo: se llamó la Expo Milán. En el recorrido observé cómo cada delegación exaltaba sus atractivos y llegué al espacio de Guatemala. En realidad me dio un poco de pena ver que no eramos éxitosos en promocionar a nuestro país, no había nada que nos diferenciara del resto de países cafetaleros ―ya que estábamos en la sección de café―. Se ofrecía lo mismo: una foto de una persona cortando café y los tradicionales pósters del Arco de Sta. Catalina, del Lago de Atitlán, y de esos que distribuye Inguat.
Sin haber probado el café, porque las muestras para los visitantes no estarían disponibles hasta la semana siguiente, me alejé pensando en todo lo que sí hubiéramos podido resaltar. Por ejemplo, en 2012 premiaron al guatemalteco Raúl Rodas como el mejor barista del mundo. Creo que hubiéramos dejado un mejor recuerdo si conocieran a personas por su nombre, apellido e historia. Sin embargo, concluí que las personas que tradicionalmente han 'promocionado' al país no lo hacen con pasión.
Debemos promover que el país despegue y, para ello, tenemos que modernizar nuestras estrategias, acciones y deseos y así tomar una visión vanguardista. Aquí algunas ideas: hacia un turismo moderno y desconcentrado.
*So'sol ch'iich' es una palabra en q'eqchi' que literalmente significa zopilote metalizado y sirve para designar al avión.
Referencias
- Instituto Guatemalteco de Turismo (1995). Desarrollo Turístico Sustentable hacia el año 2005. Guatemala.
- Overall, M. (2005). Orígenes de la Aviación Militar Guatemalteca. Air & Space Power Journal. Consultado el 21 de noviembre de 2015 en http://www.airpower.maxwell.af.mil/apjinternational/apj-s/2005/3tri05/overall.html.